Nacido en una familia de músicos, Edgar Degas (1834-1917) era un habitual en la ópera: aprecia las diferentes formas de arte que están representadas, pero a pesar de su amor por la ópera, cantantes y escenas de ópera le inspiran muy poco.  Pasa músicos a un ciclo de pinturas de bailarines y un gran número de obras, muy variados en sus temas y en las técnicas utilizadas.

Degas se interesó por el mundo de la danza en la década de 1860, pero no fue hasta 1874 cuando presenta por primera vez, en el primer Salón Impresionista, una obra dedicada al ballet. Durante los años 1870 y 1880, Degas representa los bailarines de la Opera de manera realista: puede reconocerse a algunos artistas contemporáneos y la escena. Este es el caso de la ópera de la calle Le Peletier: Degas fantasea con el lugar durante mucho tiempo después de su destrucción, ya que era un lugar frecuentado por el artista en su juventud. Su afecto por él es tal, que la revivió en muchas pinturas. Sin embargo, como también en la Ópera Garnier, el pintor no se preocupa por los detalles de estos lugares, pero los reproduce fielmente, así como el espíritu que retrata a quienes los habitan.

La danza Foyer en la ópera, de la calle Le Peletier, pintado hace unos años, es una composición más sabio. El arco del espejo que ocupa la parte central de la parte inferior da toque clásico a la totalidad. El maestro de ballet Louis Mérante aquí; él sostiene un palo, pero más joven, él no tiene que apoyarse y levanta su mano izquierda en un gesto hierático. A su derecha, el violinista esperando repetición vuelve a sonar.

Los bailarines honorum currículo de la Ópera tiene cinco niveles: coryphée contradanza, el asunto, primera bailarina y estrellas; sólo los más talentosos y dedicados pueden salir del ballet y llegar a la cima de la jerarquía, pero a veces uno de ellos cuenta con el apoyo de una influencia protectora para la carrera.

Degas justicia al Foyer de la Ópera, a menudo asociada con los encuentros amorosos entre bailarines y suscriptores, pero nos olvidamos de que también se utiliza para las clases de baile y los primeros bailarines de pantomima y ensayos estrellas.

El éxito de Degas como "pintor de las bailarinas" en lugar de principalmente acerca de cómo él se le acercó. Los bailarines son el objeto de deseo de propiedad de los comerciantes y aristócratas ricos, tablas que representan objetos de colección y convertirse en el símbolo de una sociedad que le gusta vivir como en un espectáculo. Sin embargo, si compartir el entusiasmo general de ballet y los bailarines generada bajo el Segundo Imperio y la Tercera República, lo hace de una manera original: ahora estar interesado en la exterioridad y la vanidad quienes ballettomanes encanto va al corazón del mundo de la danza.

Fuente: Gabriella Asaro. Reunión del Nacional-Museo Grand Palais